Ayara y Jayara Ratun así se llaman, nacieron unidas en la cintura y comparten hígado y aparato reproductor, no tienen pies por lo que deben caminar con sus manos. A pesar de su impresionante apariencia están casadas con un hombre hace ya 22 años, en una oportunidad quedaron embarazadas pero tuvieron complicaciones en el parto por cesárea y perdieron a su hijo.
Recorren el país haciendo trucos y contando sus experiencias para ganar algo de dinero y así poder vivir, los médicos dijeron que podían separarlas pero después de tanto tiempo juntas ellas se rehusaron, dicen que son felices y que lo único pendiente que tienen es tener un hijo.